Revista Perséfone Nº II - Enero 2021

 


Revista Perséfone es una revista cultural, digital, libre y autogestiva.
Este es el segundo número, compuesto por los diferentes materiales que enviaron artistas de los diversos rubros en la segunda convocatoria (diciembre 2020)bajo la consigna:







El silencio y la noche son grandes amigos.
Irrumpe en el medio de una velada sin sonido, 
Un crujido.
Los pensamientos aturdidos tratando
de encontrar el origen de ese crujido,
se confunden, se marean.
Se pierden en la calma que reinó
hace ya bastantes minutos.
Se tropiezan ignorando la nueva quietud.
Vuelve a interrumpir un crujido.
Agotado y petrificado, el cuerpo envuelto
en agua, no entiende de respuestas racionales.
No sabe lo que busca, pero tiene que encontrar.
Necesita saber.
Se combina la desesperación con la parálisis.
No encuentra la respuesta, ni la calma.
Y ahí yace el cuerpo, respirando miedo.

LUCÍA BRINGAS
instagram:lulibm








EMPATÍA
instagram:__empatia






TENGO MIEDOS

Miedos que aparecen así, de la nada en medio de la noche, cuando acabo de despertar o en el medio de una risa.
Tengo miedos que se alimentan de mis debilidades, de los momentos en los que la luz en mi cabeza se va haciendo más y más chiquita.
Tengo miedos que me dan una cachetada en los momentos menos esperados y me sacuden los estantes de las ideas.
Me dejan tambaleando en el mismo lugar del que creí haber transitado ya.
Tengo miedos ya caducos, al menos creía, que renuevan la fecha de vencimiento, solo para quedarse un rato más.
Miedos certeros, miedos complejos, de un idioma que ni yo entiendo, pero que me hablan sin parar.
Se me hace difícil volcar en palabras de qué se tratan mis miedos.
Puedo solo decir lo que me provocan cuando aparecen.
Siento que el aire me pesa, como si un yunque descansara en mi pecho, se me agotan las fuerzas.
Me transpiran las manos, el sudor se extiende por el resto del cuerpo.
Y la sensación de que la piel me estorba, la necesidad de querer arrancarla.
El miedo abrumador a la muerte, a la vida, a la felicidad, a la tristeza, a la soledad, al amor de quien nos trae a la realidad en el medio de los mil por qué atribulados que la mente lanza sin descanso.


MARIELA QUIROZ
instagram: marieimpulsiva






VÉRTIGO


FLORENCIA MAZZONE
instagram: florrmazzone






SUBE LA MAREA

Me falta el aire
me desespero.
No me alcanzan los brazos
no llego.
Siento que todo es un confusión.
No puedo respirar.
El llanto me invade.
Siento que el tiempo corre más rápido.
El miedo acelera mis latidos.
Dentro de ese caos me detengo un segundo
a respirar, un segundo porque no doy mas
de repente el corazón vuelve a su ritmo
la tensión baja
vuelvo a tomar aire mas profundo y con más fuerza
El miedo a morir se aleja
Me siento un poco más a salvo
De repente puedo ver a lo lejos la orilla
Pero no se cuando volverá a subir la marea.

VIRGINIA HEREDIA
instagram: palabrasmagicass






UNA VEZ

Miedos.
Una vez me deslicé sobre uno. Se sintió escalofriante.

No quiero volver a tener uno cerca,
ni pensarlo,
ni seducirlo.

Son como un tipo de religión.
Noté que mientras la gente le ora
él aparece muy rápido.
Se cumple la profecía de los pensamientos.
(Algunos son arrastrados hacia la muerte).

Son como las vírgenes,
hay muchos.
Todos distintos.
Todos iguales.

El pueblo dice que es más manipulador de lo que parece.
Algunos tienen nombre y apellido.

Los niños pueden olerlo,
los niños saben más que nosotros.
Me río cuando se burlan de los monstruos bajo la cama,
subestiman a los sabios con el don de ver.
Ellos ya perdieron el tacto. (Pero no significa que no los estén tocando)

Miedos.
Una vez me deslicé sobre uno.
Una vez.
Una vez.

CANDELA MARINO
instagram: cande.marino






me quiero comer el mundo
llevo como bandera hace años
sin embargo, el miedo.
El miedo al afuera, 
el miedo a plasmar mi idea 
y que no guste. 
Y la contradicción, 
"si a vos te gusta, que importa el resto?" 
Y yo tan hormiga pensando demás 
Si arriesgarme ahora o esperar un día más.

EVANGELINA ARCE
instagram: vangggge






LA TIMIDEZ INFANTIL

Aleteo travieso traspasa fugazmente los muros despedrados
    Un suburbano paisaje de tragedia metropolitana:

Lo restante de una princesa de tiza por la lluvia desdibujada, cae dentro de
sí misma en la nulidad del instante, incorpórea.
El grito de la muda ante el horror absoluto de la inexistencia.
El dominio de la censura de lo obsceno yace
    En la opresiva inconmensurabilidad del vacío.

Arde, en el reflejo del centro de su alma hecha de espejo,
La ajena mirada enrojecida,
La lágrima incolora desplomada en el concreto, y al trazo de la lluvia
Un suspiro de humo contenido por aquel hombre, encorvado, de barba y
ceño fruncido.

La inocente pupila tornasol redondeándose en el reflejo de una realidad que
la desarma:
    El propio cuerpo extraviado en un riachuelo de negras aguas
    El iris ennegrecido en un laberinto ficticio de callejuelas mal
iluminadas,

    Destroza sus trenzas de sueños tejidas entre las sábanas
    Donde miradas rutilantes castigan inocentes aletadas de niña
pájara.

LA FRIALDAD QUE IMPLICA LA TEATRALIZACIÓN DE UN SUICIDIO

El eco de una soledad abriéndose lugar en la cabeza
Como una bala la atraviesa, descarada,
Le agujerea las sienes eufóricamente
Mientras deja brotar la helada lágrima
En la muda pausa que adviene.

Es aquel umbral la fantasía de muerte
Detrás del telón, un tumulto de risas ensayadas
Se calzan los blancos guantes que elegantemente,
Las bañarán de sangre en la escena culminada.

MARINA CÓRDOBA
instagram: dist0pica_






CIRCE
instagram: by.circe








ESA FASCINACIÓN

Te quise llamar a esa hora justa donde se vuelcan las cervezas,

desinhibido por el alcohol tengo menos miedo; por fin entendí las épicas escenas de películas bélicas donde los soldados prestos a recibir en el pecho una ráfaga de metralleta tomaban whisky y entraban en un estilo de trance feliz y triste.

Me daba pánico pensar que te rompieras el cuello,

luego me di cuenta,
que acá
el único suicida
soy yo...

Entonces abro signos de interrogación y propongo:
¿te quise llamar por vos o en realidad era por mí?

me generaba terror pensar en una vida aburrida a tu lado,
engordando frustraciones y tomando mate dulce, aunque también me generaba terror lo que podía llegar a pasar conmigo estando solo...

esa fascinación mía
por
los
filos

me generaba terror pensar en una vida aburrida a tu lado,
con domingos iguales discutiendo porque no sabemos que vamos a cenar.

(¿por qué hablo en pasado?)

Hoy se me ocurrió una idea genial...
tengo miedo de que el miedo vuelva,
entonces lo voy a vencer con arte:
mi casa oscura se volverá intensamente anaranjada
y volverá a quedar oscura,
pero más oscura que al principio;
y habrá humo espeso...

esa fascinación mía
por
el
fuego.

GONZO NAGA
instagram: gonzonaga 







VICTORIA GÓMEZ VIÑAO
instagram: vigomezvi






EL FANTASMA DE LA VENTANA

Tengo un fantasma en la ventana de mi cuarto.
A veces me da miedo mirarlo,
a veces me gusta contemplarlo.
Tiene las alas rotas,
tiene las manos rojas.
De cuando en cuando llora,
de tanto en tanto aminora.
Dice que no tiene esperanza,
dice que ha perdido todas las ansias.
Esta mañana estaba dormido
con los ojos abiertos,
con el pecho despierto,
con el alma en silencio.

Tengo un fantasma en la ventana de mi cuarto
ojalá algún día deje de darme miedo,
se mude a otra parte
y no exista ni un instante.
Me gustaría decirle que no llore tanto
pero parece que quiere estar solo,
al menos un rato.

Tengo un fantasma en la ventana de mi cuarto.

He podido hablar con él,
ha perdido todas las de ganar.
Dice que jugó un sueño a su andar
y al cabo de unos minutos se rindió sin más,
dice que ahora vive en una humilde soledad
no tiene visitantes ni ganas de continuar
ha perdido la vida que tiene por transitar
ahora, ahora llora sin cesar.

Tengo un fantasma en la ventana de mi cuarto

y me da miedo ser como él.
Tengo miedo de que me deje a la deriva,
tengo miedo de que me abrace por encima.
Odio verlo tan triste en una orilla
de una ventana enrejada,
con un corazón desganado
y un sueño descartado.

CARLA MELCHOR
instagram: lectora_y_escritora_






LA SOMBRA

Ella recordaba aquel primer encuentro, aquel primer enojo que no la dejó dormir por las noches. Recordaba claramente el hecho, estar acostada en su cama mirando el techo pensando. En un preciso instante de la noche logró divisar una mancha que no había visto nunca. Pequeña, en un zócalo de la esquina de la habitación. Parecía una sombra pero no estaba segura qué objeto la producía. 

Pasaban los años y a medida que crecía esa sombra crecía con ella, más grande, más nítida y podía jurar que casi se despegaba de la pared. No sabía muy bien por qué, o quizás sí pero no quería admitirlo, pero esa mancha crecía con sus enojos e inquietudes. Crecía con la frustración, con la tristeza. Y a medida que los años seguían pasando le tenía más miedo, las noches eran más largas y las emociones estaban más a flor de piel que nunca.

Pero si todo estaba mal, iba a estar peor porque en un momento preciso de su vida esta gran mancha, que cualquiera le hubiera echado la culpa a la humedad, había tomado forma. Forma, tenía brazo y piernas, cabeza y pies. Pero su rostro era inexistente y eso era lo que más la aterraba. La miraba, desde ese rincón oscuro que cada noche se encontraba más cerca de la cama. Miedo, miedo que no la dejaba dormir con esa presencia y esa mirada que la acechaba.

- Qué querés de mí- un día exclamó casi en un susurro ahogado. Pero aquella figura jamás respondía. Sentía que se burlaba, que era su diversión molestarla, pero no era así.

Años más tarde, y cuando los problemas habían llegado a su punto máximo, la escuchó sollozar. La sombra en su rincón, gritaba y producía toda clase de ruidos. Lloraba, pero también chirriaba como una silla, gritaba insultos de todo tipo, se movía levemente y parecía que sus pies eran de metal. Ruidos de todo tipo producía aquella sombra, que ya se había vuelto más alta que ella misma.

Noches completas sin dormir. Ruido y miedo, era lo único que escuchaba. Sin importar la casa o la habitación, en una esquina siempre se encontraba. Harta de todo eso, harta de sus problemas tomó la decisión más valiente hasta el momento. Se levantó una noche, lentamente de su cama y se acercó a la sombra. Esta dejó de hacer ruido por un momento, solo se escuchaba un leve sollozo, bajito como el de una niña pequeña. Para su sorpresa, sus lágrimas volvieron a surgir y se unieron al llanto de la sombra.

Su sombra.

- Volvé a mí- le dijo y la sombra volvió a reencontrarse con el cálido pecho de ella. Esa noche pudo volver a dormir bien.

BRENDA ÁLVAREZ MARCONI
instagram: bam.escritos







Hay silencios que vienen acompañados de una sensación de abismo.

Momentos en pausa que condicionan la vida humana.

Todos los días somos diferentes.

La resistencia al cambio y el temor de no poder equilibrar todos sus lados para que coincidan con los vértices de manera perfecta.

Pareciera que el monstruo aparece de repente, pero ya sabemos que siempre estuvo ahí...

se construyó durante aquellos ruidos que provocaban distracción en esos silencios que no pudimos habitar, pero que al final marcaban nuestro ritmo terrenal.

GUADALUPE GORT
instagram: guadalupegort





Agradecemos a todes les artistas por colaborar en este segundo número de Revista Perséfone.
Les esperamos a todes la próxima convocatoria que será publicada en el mes de febrero.



















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